Rajoy contra Zapatero: Usted es el mayor problema de España – Ocurrió durante el debate sobre el estado de la nación, en el Congreso.
En un duro enfrentamiento parlamentario , el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, afirmó ante José Luis Rodríguez Zapatero que «su tiempo está agotado», lo acusó de ser «el principal problema de España «, y de no estar ya en condiciones de gobernar por lo que le exigió disolver el Parlamento y convocar a elecciones anticipadas.
Zapatero se negó en redondo a dar por agotada la legislatura con mandato de cuatro años que finaliza en marzo de 2012. «Seguiré cueste lo que cueste», afirmó en medio de una ovación de la bancada socialista. En sus intervenciones contestando a Rajoy y a los otros líderes parlamentarios, el presidente del gobierno insistió en que las fuerzas políticas se deben unir en un «esfuerzo colectivo» para superar la devastadora crisis económica y social por la que atraviesa España.
El cruce entre ambos puso fin a la efímera luna de miel entre los españoles, tras el triunfo del Mundial de Sudáfrica.
No hubo anuncios en las intervenciones de Zapatero pero sí una empecinada defensa de sus planes de recortes para disminuir el déficit y las iniciativas más controvertidas como la congelación de jubilaciones, la reducción de salarios en la administración pública y otras medidas de calado social que fueron contestadas por los sindicatos y grupos de la izquierda.
«Podrá encerrarse en sí mismo y aferrarse al poder. Pero mucho me temo que sin confianza será imposible gobernar», respondió Rajoy. «Para gobernar no basta el poder, se necesita la reputación y usted hoy no la tiene», disparó.
Como se esperaba, el cruce tuvo lugar en la más importante de las sesiones del Parlamento, el debate sobre el estado de la nación, cuando le toca al jefe de gobierno hacer un balance de su gestión en los últimos doce meses y a la oposición presentar sus críticas. Hoy finalizarán las dos jornadas de debate.
De acuerdo a lo que ha sucedido en algunas de las últimas reuniones de la Cámara de Diputados, los socialistas se quedaron sin aliados y recibieron una andanada de críticas en el amplio arco que va de la derecha a la izquierda.
El líder socialista destacó que «este ha sido un año duro» para después defender sus medidas para hacer frente a la crisis y tratar de tranquilizar a los mercados que atacaron enconadamente a España y sembraron dudas en mayo pasado sobre la solvencia de la deuda pública de España.
Zapatero mencionó que en el primer trimestre, España salió de la recesión. Fue una cifra bastante débil del 0,1% del PBI que el presidente del gobierno no mencionó . Confió a los legisladores que se esperaba otra cifra positiva en el segundo trimestre y una mejora de la situación en el último semestre del año, incluso en el crucial tema de la desocupación que supera el 19% del total de población ocupada, el mayor de Europa .
Zapatero se comprometió a enfrentar la «encrucijada» en que ha situado la crisis a España que obliga a concretar reformas profundas y transformar cuanto antes el modelo económico. Proclamó que «vamos a mantener a rajatabla el compromiso con la reducción del déficit y la austeridad fiscal». Además, aseguró que se completarán las reformas emprendidas en los sistemas financiero, laboral, de pensiones y de diversos sectores vinculados a la productividad.
Advirtió que los Presupuestos Generales del Estado requerirán más esfuerzos para los ciudadanos, es decir, habrá nuevos impuestos.
La valoración del discurso de Zapatero fue negativa por parte de todos los grupos parlamentarios . Gaspar Llamazares de Izquierda Unida advirtió que Zapatero «se ha pasado a la derecha». El Coordinador Federal de IU, Cayo Lara, opinó que el jefe de Gobierno en su discurso ha dado motivos a los españoles para participar en la huelga general convocada por las centrales sindicales para el 29 de setiembre próximo.
Uno de los momentos más intensos del debate se produjo cuando el vocero de los nacionalistas moderados catalanes, Josep Antoni Duran Lleida, un político muy bien valorado en los sondeos de opinión, aseguró que la sentencia del Tribunal Constitucional impugnando artículos del Estatuto de Cataluña había sido un «desastre que finiquita el espíritu de la transición». También advirtió al PP y al PSOE que sus actitudes hacen crecer la indignación y el independentismo en Cataluña . Y a Zapatero de no ser «capaz» de ofrecer a la sociedad objetivos «realistas».
Fuente: Clarín.com